ESTA SOY YO DE ESPALDA.

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domingo, 6 de febrero de 2011

EDHIMBURGO

Como en un cuento de hadas, hemos vivido las últimas navidades.

Un buen día, gracias a Dios, decidimos que éstas navidades debían ser diferentes y que para el tiempo que estamos aquí, debemos regalarnos de vez en cuando experiencias únicas e inolvidables y vivir el día a día con el ritmo que cada uno se marque o quiera imprimirle a su existencia.

¡¡¡ Y decidimos irnos a Edimburgo ¡¡¡.


Una exquisita opción la que hemos elegido porque sus castillos, su nieve, su mercadillo navideño, sus habitantes… han conseguido que nos adentremos en un ambiente tan sofisticado como acogedor.

Hemos huido al frío de Escocia con nuestros amigos y nuestros hijos, y entre guerra de bolas de nieve, en la que incluso han participado los más adultos, hemos regresado por un momento a nuestra infancia.

Edhimburgo, pese a sus años de historia, tiene una fresca belleza que se ve acrecentada por la amabilidad de sus habitantes, por su actitud y por su alma.
Es una ciudad de bellos rincones, y donde cada esquina posee algo de magia.

Es en el "Dene guest house",  el hotelito propiedad de ilio y hamish , donde hemos descubierto que para disfrutar de una cena, unos amigos que son como tu familia, y una ciudad, no hace falta alojarte en un hotel de lujo asiático rodeado de jardines tropicales. Sobre todo si tenemos a unos anfitriones como ellos. Es un hotel acogedor, enclavado prácticamente en el centro de la ciudad, y que conserva el encanto de las casas victorianas. véase: http://www.deneguesthouse.com/

Ahora, eso sí, era un tanto difícil pasear con glamour con veinte capas de ropa encima, que luego al entrar en algún sitio, tienes que empezar a quitarte como las cebollas, capa a capa.


Cuando paseas por los clous te parece que estás inmersa en otra época, algo así como si estuvieras dentro de la novela “los pilares de la tierra”, y te imaginas las princesas en el castillo, el prior en la catedral rezando por los feligreses, los caballos y sus jinetes, y a la prole correteando por entre las callejuelas repletas de gallinas y vendedores ambulantes, todo ello rodeado al parecer de un olor nauseabundo ya que allí creo no llegaron los romanos, y durante mucho tiempo vivieron sin saber lo que era un alcantarillado. Pero aun así tuvo que ser maravilloso vivir en aquella época.

Pero edhimburgo no está enclavado en el pasado; ¡¡¡¡también poseen a  la oveja Dolly ¡¡¡, la primera oveja clonada, que representa un gran eslabón en la cadena del progreso, (aunque nosotros fuimos al museo y no pudimos verla, porque estaba fuera de las instalaciones durante dos semanas).

Es una ciudad llena de estudiantes Erasmus, esos estudiantes que viven una experiencia en mi época impensable, y que ahora desembarcan en todas las ciudades europeas enriqueciéndose de otras culturas y aportando también ellos su granito de arena.

Las navidades como digo, han sido inmejorables, con su jamón de jabugo incluído, ( eso sí, nos lo llevamos de España, claro), su desayuno inglés a base de huevo frito, bacon, etc.... que con todo el cariño, nos preparó Hamish para que nos ayudara a aguantar el frío;  el vinito, el haggis, o como se escriba. ... ¡¡¡ y nuestro anfitrión,  con su falda escocesa y todo…. ¡¡¡. Ilio se desvivió con todos de tal forma que no echamos de menos no estar en casa. Aunque Ilio siempre es así: "Encantadora".

También ha sido fundamental la predisposición que llevábamos todos. Fuimos con ganas, y nos volvimos a desgana.


Insisto. La ciudad de Harry potter me ha embrujado, y no creo que tarde mucho en volver  para impregnarme de su magia nuevamente.

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