ESTA SOY YO DE ESPALDA.

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domingo, 6 de febrero de 2011

EL TIEMPO ENTRE COSTURAS

Escribir es un placer, por lo menos para mí, al igual que leer un buen libro que te atrapa desde el principio, que te hace viajar a otras ciudades, vivir otras vidas, tener otra profesión, o incluso otro destino.

Según la propia María Dueñas, EL TIEMPO ENTRE COSTURAS es la historia de Sira Quiroga, una joven modista empujada por el destino hacia un arriesgado compromiso en el que los patrones y las telas de su oficio se convertirán en la fachada de algo mucho más turbio y trascendente.

Bajo esta trama esquemática se tejen múltiples lecturas transversales que la convierten a un tiempo en una novela de superación personal, una novela colonial, una novela de amor, una novela de conspiraciones históricas y políticas, y una novela de espías. Una novela de ritmo imparable cargada de encuentros y desencuentros, de identidades encubiertas y quiebros inesperados; de ternura, traiciones y ángeles caídos.

Dice la autora del libro, que el hilo conductor de la trama de la novela es pura ficción, pero el trasfondo de la misma es fielmente histórico y algunos de los personajes que circulan por ella existieron en su día con las mismas glorias y miserias con las que se mueven entre las páginas.





Os recomiendo éste libro si es que aún no lo habéis leído. Es una novela que tiene ritmo, y que más que narrar, muestra, lo que la hace seductora desde el principio hasta el final.

EDHIMBURGO

Como en un cuento de hadas, hemos vivido las últimas navidades.

Un buen día, gracias a Dios, decidimos que éstas navidades debían ser diferentes y que para el tiempo que estamos aquí, debemos regalarnos de vez en cuando experiencias únicas e inolvidables y vivir el día a día con el ritmo que cada uno se marque o quiera imprimirle a su existencia.

¡¡¡ Y decidimos irnos a Edimburgo ¡¡¡.


Una exquisita opción la que hemos elegido porque sus castillos, su nieve, su mercadillo navideño, sus habitantes… han conseguido que nos adentremos en un ambiente tan sofisticado como acogedor.

Hemos huido al frío de Escocia con nuestros amigos y nuestros hijos, y entre guerra de bolas de nieve, en la que incluso han participado los más adultos, hemos regresado por un momento a nuestra infancia.

Edhimburgo, pese a sus años de historia, tiene una fresca belleza que se ve acrecentada por la amabilidad de sus habitantes, por su actitud y por su alma.
Es una ciudad de bellos rincones, y donde cada esquina posee algo de magia.

Es en el "Dene guest house",  el hotelito propiedad de ilio y hamish , donde hemos descubierto que para disfrutar de una cena, unos amigos que son como tu familia, y una ciudad, no hace falta alojarte en un hotel de lujo asiático rodeado de jardines tropicales. Sobre todo si tenemos a unos anfitriones como ellos. Es un hotel acogedor, enclavado prácticamente en el centro de la ciudad, y que conserva el encanto de las casas victorianas. véase: http://www.deneguesthouse.com/

Ahora, eso sí, era un tanto difícil pasear con glamour con veinte capas de ropa encima, que luego al entrar en algún sitio, tienes que empezar a quitarte como las cebollas, capa a capa.


Cuando paseas por los clous te parece que estás inmersa en otra época, algo así como si estuvieras dentro de la novela “los pilares de la tierra”, y te imaginas las princesas en el castillo, el prior en la catedral rezando por los feligreses, los caballos y sus jinetes, y a la prole correteando por entre las callejuelas repletas de gallinas y vendedores ambulantes, todo ello rodeado al parecer de un olor nauseabundo ya que allí creo no llegaron los romanos, y durante mucho tiempo vivieron sin saber lo que era un alcantarillado. Pero aun así tuvo que ser maravilloso vivir en aquella época.

Pero edhimburgo no está enclavado en el pasado; ¡¡¡¡también poseen a  la oveja Dolly ¡¡¡, la primera oveja clonada, que representa un gran eslabón en la cadena del progreso, (aunque nosotros fuimos al museo y no pudimos verla, porque estaba fuera de las instalaciones durante dos semanas).

Es una ciudad llena de estudiantes Erasmus, esos estudiantes que viven una experiencia en mi época impensable, y que ahora desembarcan en todas las ciudades europeas enriqueciéndose de otras culturas y aportando también ellos su granito de arena.

Las navidades como digo, han sido inmejorables, con su jamón de jabugo incluído, ( eso sí, nos lo llevamos de España, claro), su desayuno inglés a base de huevo frito, bacon, etc.... que con todo el cariño, nos preparó Hamish para que nos ayudara a aguantar el frío;  el vinito, el haggis, o como se escriba. ... ¡¡¡ y nuestro anfitrión,  con su falda escocesa y todo…. ¡¡¡. Ilio se desvivió con todos de tal forma que no echamos de menos no estar en casa. Aunque Ilio siempre es así: "Encantadora".

También ha sido fundamental la predisposición que llevábamos todos. Fuimos con ganas, y nos volvimos a desgana.


Insisto. La ciudad de Harry potter me ha embrujado, y no creo que tarde mucho en volver  para impregnarme de su magia nuevamente.

NO SEAMOS ESPECTADORES MUDOS POR MÁS TIEMPO




No está muda, claro que no;
Pero debajo de sus innumerables moratones y de su angustioso silencio, hay una mujer reducida por un hombre que bien podría ser un habitante de la época medieval.
La última víctima de violencia de género, tampoco había denunciado a su verdugo con anterioridad. Ha permanecido, como tantas otras,  dentro de ese burka invisible desde el que sólo por unos pequeños orificios  pueden ver la luz, pero que aunque invisible, puede resultar tan aterrador y eficaz como el que cubre el rostro de esas mujeres Afganas, que son sometidas por hombres que parecen de la edad media mientras que ellos disfrutan del progreso del siglo XXI.
El maltrato a la mujer es una epidemia que debemos combatir entre todos.
María, como tantas otras mujeres, no ha denunciado a su verdugo por miedo a sus represalias y por miedo también a ser rechazada por su familia y la comunidad en la que viven. Temen llegar a ser el centro de la diana de la discriminación social.
Debemos apoyar a todas esas supervivientes, a todas a aquellas que se atreven a denunciar, y a todos los que poco a poco se atreven a llamar al 116, teléfono contra el maltrato, para denunciar, preguntar y comentar, todas aquellas situaciones de abusos contra mujeres que  observamos a nuestro alrededor sin esperar de forma pasiva, como meros espectadores, a que la mujer despierte de su destrucción y solicite la ayuda que necesita.
Cada vez son más numerosas las llamadas de auxilio, aunque también han aumentado las llamadas de hombres que insultan y amenazan a quien desarrolla esa labor tan necesaria.
Pretenden amedrentar, acallar y anular unas voces que aportan soluciones, que aportan luz y esperanzas.
 No lo van a lograr.
Entre todos debemos devolverles a ellas su autoestima, y a ellos, enviarlos directamente a la cárcel, donde tengamos la garantía de que no van a volver a someter a sus parejas, que no van a conseguir que el nombre de esa mujer llegue a formar parte de una lista que resulta vergonzante.
María, como otras, merecía y merecen una vida mejor.
Merecen ser libres, ser ellas mismas. Merecen que entre todos aportemos nuestro granito de arena para que encuentren la salida del laberinto, para que encuentren la solución a su problema.  Debemos robarles a esos tiranos y crueles carceleros de la época medieval,  las llaves que un día cerraron los derechos de tantas mujeres, para que ellas algún día no muy lejano,  puedan hacer uso de un esperanzador futuro, ya que la mayoría no ha podido hacer uso ni de su presente.